Jean Patou y el diseño deportivo

Jean Patou y el diseño deportivo

Después de que la casa de costura de Patou dejara de producir vestuario, lo más relevante que dejó fue una pequeña línea de perfumes, entre los que se encuentran el famoso Joy de Patou. No obstante, Jean Patou es más conocido por haber sido uno de los precursores de varios diseños deportivos que aún se siguen usando.

Jean Patou nació en 1880 y murió en 1936 en Francia. A pesar del poco tiempo que vivió este diseñador francés —tenía solo 55 años el día de su muerte—, su legado se ha mantenido en el tiempo gracias a su línea de diferentes perfumes que siguen vendiéndose como el día en el que fueron creados. Pero el genio de Patou no solo alcanzó a producir perfumes especialmente diseñados para la mujer de clase alta, sino que se preocupó de adaptar ciertos uniformes deportivos a los nuevos tiempos que se aproximaban.

Tras la Primera Guerra Mundial, el deporte se popularizó, sobre todo porque este tipo de actividades fomentaba un ánimo general en la población. No solo aumentó la cantidad de personas de la clase alta que ocupaba su tiempo en deportes como el esquí o el tenis, sino que incluso las clases más bajas optaron por recurrir a actividades deportivas, las que prometían una vida saludable. En este período, la mujer aún tenía que cubrirse exageradamente a la hora de practicar algún deporte.

Por eso, en la década del 20, Jean Patou es quien ofrece a la mujer liberarse de la sobrevestimenta deportiva, introduciendo la idea del “desvestido público”: vestidos femeninos sin mangas, usados a piernas descubiertas. Principalmente, Patou diseñó el traje de tenis que se destacó por estar compuesto de una falda blanca plisada a la rodilla y un jersey sin margas en la parte superior, confeccionado especialmente para la famosa tenista Suzanne Lenglen. En la época, Lenglen se constituyó como una de las pioneras en la emancipación femenina, no solo por vestirse con menos prendas en la cancha, sino también por su pelo corto y la banda ancha que utilizaba en la cabeza, en lugar del típico sombrero. Este traje se volvió rápidamente popular, pasando a constituir el traje universal de las tenistas hasta el día de hoy.

Sin embargo, los diseños de Patou en el área de los deportes no se quedan solamente en el tenis. También se le atribuye al francés la confección del traje de baño de puntos (knitted swimwear). Este tipo de indumentaria deportiva femenina permitió a las mujeres realizar todo tipo de deporte acuático con total normalidad, en la comodidad de un bañador perfectamente ajustado al cuerpo. Este traje de baño amplió el espectro de lo que se consideraba una indumentaria deportiva apropiada o inapropiada para las mujeres. En esta misma época, también Elsa Schiaparelli incluyó el bañador de puntos en su repertorio de prendas tejidas, generalmente a rayas o con distintos diseños.

Todo esto llevó a Jean Patou a instalar su tienda Le Coins de sports en 1925, donde estableció distintas habitaciones para cada uno de los deportes que constituirían su marca, entre los que destacan el tenis, la aviación, la pesca, el golf y la navegación.

Aunque Jean Patou falleció tempranamente, dejando su casa de costura al cuidado de su hermana Madeleine y de su cuñado, estos mantuvieron el nombre y siguieron produciendo vestimenta y perfumes. La casa de Patou estuvo a cargo de varios diseñadores famosos durante el siglo XX, entre los que destacan Marc Bohan (1954–56), Karl Lagerfeld (1960–63), Jean Paul Gaultier (1971–73) y Christian Lacroix (1981-87). La última colección estuvo a cargo de Lacroix, y la casa cerró cuando este último dejó el cargo para establecer su propia marca. Con esto, el legado de Patou se interrumpió, pero no por eso terminó. Patou legó sus perfumes, así como también el eterno diseño del traje de tenis femenino.

Imágenes: jeanpatou.com/ philamuseum.org/ Wikipedia.org/ holidaysatgrandmags.blogspot.com/ glamoursplash.com/ studio98.mokumtextiles.com/ examiner.com/ awhitecarousel.com/ vogue.com

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