Entrevista a la diseñadora y artista Camila Villota, alias Little Calpurnia: “Siempre debo tener algo que contar (…) y sanar”

Entrevista a la diseñadora y artista Camila Villota, alias Little Calpurnia: “Siempre debo tener algo que contar (…) y sanar”

Una artista colombiana del collage, actualmente radicada en Chile, es esta diseñadora industrial nacida en Cali que ha conquistado Flickr y las redes sociales con sus delicadas y emocionales obras de arte. Desde el 2012, Camila Villota se ha dedicado a fusionar fotografías, textos y sentimientos en los collage que ella misma define como “recortes de alma y corazón”, los cuales se inspiran en historias tristes, para aplacar el dolor y servir como terapia de sanación tanto al mira, como al que construye.

-¿Cómo desarrollaste interés por la moda y las técnicas en collage que utilizas?

-Primero fue el collage como método de catársis y luego fue la moda como consecuencia de gente que veía lo que hacía y les gustaba mucho mi trabajo. Estas personas me pedían que hiciera intervenciones con sus colecciones –en el caso de las marcas de ropa– o de sus fotos –en el caso de fotógrafos–.

-¿Cómo defines tu sello?

-Lo defino como una visión femenina del mundo, como armonía visual y mucho corazón.

-¿Estos proyectos han sido creados para vender o comenzaron como una obra para ti mismo?

-Comenzaron como terapia y luego de que tuve muchas piezas listas, las empecé a subir a diferentes redes sociales. Estas publicaciones hicieron que los trabajos tomaran una fuerza que nunca esperé, pero que me hace inmensamente feliz.

-¿Cuál de tus proyectos es tu favorito? Si tuvieras que elegir uno que te definiera…

-Creo que de mis favoritos es “Nada Dura Para Siempre”, donde hablo de las parejas que se promenten la vida en las relaciones y terminan un día, dejando aquellas promesas en la nada. Fue una serie hecha sobre fotografías de Richard Avedon, quien ha sido una gran inspiración para mi.

-¿Cómo es tu proceso creativo? ¿En qué te inspiras?

-Me inspiro en la catarsis de cualquier situación fea, generalmente penas de amor, o el convertir algo fuerte y feo en algo armónico que te den ganas de ver y de tener contigo en algún lugar de tu casa o hasta en tu celular. Mi proceso creativo es un montón de ideas anotadas en muchas libretas a las que acudo cuando mis pensamientos no se me desbordan en imágenes. Apunto todo lo que se me ocurre, pongo recordatorios de las ideas en el celular y así voy creando mis cosas.

-¿Tu trabajo es manual o digital?

-Empezó muy digital, por la inmediatez del resultado y de poder compartirlo, pero ahora experimento más con cosas más análogas como telas, recortes, hilos, pintura, grafito y lentejuelas.

-¿Cuáles son los factores indispensables que te permiten crear?

-Como factor indispensable puedo decir que es la historia. Siempre debo tener algo que contar detrás de lo que voy a hacer; algo que contar y algo que sanar, de ahí como material visual debe haber algo rosado, algo dorado y una mujer, generalmente.

-¿Qué importancia tiene para ti el Internet en las creaciones y exposición de tu obra?

-Toda. Desde las materias primas para mis trabajos, que las tomo de muchas fuentes online, pasando por las colaboraciones que he conseguido con fotógrafos y otros artistas, hasta los trabajos por comisión con revistas, marcas de ropa y accesorios, con los que me he conectado por Facebook e Instagram.

-¿Cómo percibes la relación moderna entre arte y moda?

-No me parece una relación muy moderna, creo que desde siempre han estado estrechamente ligadas y se nutren la una a la otra, lo cual me parece increíble y me ha dado un buen campo de trabajo dentro de la moda.

-¿Qué mensaje quieres entregar con tus obras?

-En realidad nunca ha habido una intención clara de un mensaje, y no podría definirlo más que como catarsis –como una purificación en todos los sentidos–. Siempre fue más la intención de sacar muchos sentimientos que tenía guardados y darles una bonita cara. Creo que desde allí se ha dado la lectura de lo que hago, acompañado de lo que escribo.

-¿Qué dificultades encontraste al iniciarte en este rubro?

-Creo que las dificultades iniciales son un poco con uno mismo, en parte de inseguridad y falta de credibilidad en el trabajo propio. A eso se le suma que el trabajo visual no es muy bien pagado, si aún no sos “famoso” y al comienzo se hace difícil poder vivir de esto, pero con constancia y buenos resultados, todo se soluciona.

-¿De qué manera ves la industria de la moda en Latinoamérica y cuáles serían sus grandes desafíos?

-Creo que es una industria que crece demasiado, lo veo acá en Santiago y mucho más en mi país. El gran desafío que veo yo, al menos en Colombia, es lograr que la gente prefiera consumir moda local a consumir algo que compran en New York o Europa, el reto final es que la gente crea en la producción local, en su innovación y su calidad.

-¿Cuál es tu sueño laboralmente hablando?

-Mi sueño es trabajar para una gran revista. Muero por trabajar en Vogue o en Harpers Bazaar.

-¿Qué planes tienes a futuro?

-A futuro quiero estudiar más, soy diseñadora industrial y quiero especializarme en el diseño de espacios y combinar esto con mi parte artística. En mis planes tamnién siempre está no dejar nunca de trabajar en Little Calpurnia, que es mi proyecto de vida.

-¿Algún consejo que quieras entregar?

-El cliché de siempre, pero que funciona increíblemente, crean en lo que hacen y vivan por ello.

Imágenes de Little Calpurnia y jetlagmode.com

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