Los Buenos Modales, marca de indumentaria chilena y kitsch

Los Buenos Modales, marca de indumentaria chilena y kitsch

Una estética completamente galáctica, llena de combinaciones textiles que van desde telas holográficas hasta otras peludas rosadas, y un cuidado y proceso creativo que no siguen los pasos convencionales en la creación de indumentaria, es como puede describirse a Los Buenos Modales, firma de ropa creada por la diseñadora de vestuario de INACAP, Belén Fierro, hace un par de años y de la aquí les contamos su historia, además de dónde pueden encontrar sus piezas de creación.

-¿Qué te llevó a crear tu propia marca de indumentaria y quiénes son las personas que conforman la marca?

-Los Buenos Modales comenzó en invierno del 2012, tras volver de un viaje y decidir “tengo que ser responsable” de una vez por todas. Cuando salí de la universidad tenía claro que no quería trabajar en una empresa, por lo que escogí aprender un oficio para vivir de lo que podían crear mis manos. También tenía súper claro que requería muchísimo esfuerzo, trabajo y tiempo, por eso decidí viajar, conocer, callejear harto y aprender antes de embarcarme en esta gran aventura del ser independiente, la cual a resultado sumamente bien.

-¿Cuáles son los tipos de materiales que ocupas y cómo es tu proceso creativo a la hora de preparar una colección?

-Mis procesos siempre varían, intento que siempre sea así porque cuando la vida se pone monótona todo se va al carajo. Desde que decidí comenzar con Los Buenos Modales, he tenido 5 talleres compartidos con diferentes disciplinas y personas, no necesariamente ligados al vestuario. Mis mayores inspiraciones desde siempre han sido estéticas muy kitsch y de mal gusto, me encanta el glitter, el brillo y la fiesta, por lo tanto lo que más uso son cosas que brillen o lo más loco que pille por ahí. Tomando en cuenta eso y que soy la persona más dispersa del mundo, la mayoría de los materiales van siendo escogidos de forma impulsiva e instantánea, ahí mismo cuando estoy en la tienda, veo telas, lentejuelas e hilos y se me van ocurriendo ideas, es un vómito mental precioso.

Pasa también que como en Chile no hay un mercado muy amplio en textiles o materiales en general, no me resultaba el proceso creativo que me enseñaron –que es diseñar, dibujar, imaginar material y comprarlo–. Me dijeron que esa era la forma “correcta” de diseñar, pero es una tontera, en el arte y el diseño no existe lo correcto/incorrecto, creo que los procesos son constantes, tu cabeza imagina y crea a cada rato, siento que es mucho más sincero y emocionante hacerlo de esta manera, bien impulsiva y real.

-¿De qué habla tu última colección y en qué se inspira?

-Unicornios galácticos noventeros y sus amigos reptilianos a los cuales les gusta vestir cool, con esencias de punk rock y poder bailar con un trago con bombilla de paragüita en la mano.

-¿Dónde adquiriste los conocimientos para desarrollarte en el sistema de la confección de ropa?

-Estudié diseño de vestuario en INACAP y después hice la práctica profesional con Paulo Méndez, intenté hacer ese tramite de la práctica con alguien que ya hiciera algo parecido a lo que yo quería, que ya estuviera inmerso “en el mundo real” y pienso que fue una muy buena y sabia decisión. Con él aprendí muchísimo sobre moldaje, como son los tiempos reales y lo más importante, la disciplina y el amor que hay que tener por lo que uno hace; ya que no hay nada más difícil que ser tu propio jefe.

Luego de titularme dejé mucho tiempo el moldaje, al menos un año, y al enfrentarme nuevamente al papel blanco fue extraño, pero hermoso a la vez ya que no recordaba tan cuadradamente todo y no existía la presión de ser evaluada, así que comencé a jugar, inventar y equivocarme sin temores, fue una gran terapia liberadora de lo que puede dejar “la academia” en tu cabeza. Luego conocí a una de las que ahora es parte de mi gran familia creativa, la Juanita, diseñadora gráfica que entre muchas cosas también hace ropa. Observando la manera en que ella hacía moldes –sin haber visto jamás un manual ni alguna fórmula– quedé sorprendida, hasta que un día me explicó su manera de verlo: “la ropa es un packaging, pero para cuerpos humanos”. Eso cambió totalmente mi percepción y abrió mi mente.

-¿Cuáles son sus referentes locales e internacionales en cuanto a diseño de vestuario?

-Para ser sincera conozco muy poco sobre diseñadores de vestuario, nunca me interesé mucho en la moda ni la alta costura, siempre preferí el toque más artesanal y hecho a mano, pero hace poco conocí un par de chicas de Australia que me dejaron peiná pa atrás, se esta formando un colectivo muy bueno por allá. Revisen el trabajo de Nixi Killick.

-¿Dónde se puede encontrar tu ropa?

Por ahora solo en Mercadito de Nicolás, aunque esta semana me cambié de taller a una preciosa casa en Cumming, donde una vez al mes haré showrooms con lo último creado. Pueden enterarse de las fechas en mi Facebook o el Fanpage de Los Buenos Modales. Para ver el resto de mi trabajo puedes entrar al Tumblr que ahora utilizo como book.

Imágenes Paulina Olivares /leenoree photography

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