Un otoño de Ladies

Un otoño de Ladies

Ver las revistas internacionales, y sus interminables hojas y hojas de publicidad, lejos de ser un desperdicio, es un verdadero termómetro de hacia donde van las tendencias, o mejor dicho, hacia donde quieren llevar las tendencias las marcas y la industria. Si hasta el primer semestre del 2010, la niña bonita del baile eran las It girls urbanas y rockeras, con skinny jeans rotos y chaquetas con hombreras y tachas (tendencia femenina que Balmain y Givenchy llevaron al extremo), este año parece ser, todas las marcas de moda pretenden mostrar a una mujer -no una chica- refinada, silenciosa y elegante inspirada en los años 50 y 60s, vestida con caros accesorios de máximo gusto, colores neutros, maquillaje impecable y peinados elaborados.

Todas las mujeres que protagonizan las campañas que actualmente están en la prensa del hemisferio norte parecen cubrir algún tipo de mujer de la época 50s/ 60s. Mientras Louis Vuitton recurre a una armada de supermodelos transgeneracional (Christy Turlington, Karen Elson y Natalia Vodianova), vestidas y maquilladas a la usanza de finales de los 50 con un toque coqueto y juvenil, Fendi opta por una discreta y elegante, aunque gélida Anja Rubik, rodeada de una escenografia que nos recuerdan aquellas que podemos ver en las películas de la época. Mi favorito, sin duda, es el mundo creado por Prada para el otoño invierno 2010, con una Angela Lindvall cantando en un ambiente de club de jazz, rodeada de parejas danzantes que poco tienen que ver con la época en que vivimos.

Otras marcas optan de forma más sutil por éste tipo de mujer. Dior y Oscar de la Renta nos proponen como mujer de la temporada a una jovencísima Karlie Kloss, que sin embargo, aparece vestida y maquillada como una mujer mucho mayor en ambas campañas. Yves Saint Laurent traslada su campaña a prinicipios de los sesenta, usando como distinción los peinados Peggy Moffat propios del periodo y cierto aire de formal y lujoso de la nueva ola francesa. Sin duda, los más novedosos son los italianos Dolce & Gabbana, quienes nos muetran a Madonna personificada como una ama de casa mediterránea y sexy.

La televisión, sin duda, ha hecho lo suyo por ayudar a que esta tendencia – en un momento lleno de tendencias paralelas- sea una de las más visibles en términos de publicidad y de editoriales. El increible éxito de la serie Mad men, ha incorporado varios cambios en la cultura popular desde hace un par de años, y rios y rios de tinta se han escrito acerca de como ésta serie de televisión (que por muy aclamada que sea, sigue siendo sólo un producto de prime time) ha sido de gran influencia no sólo para la moda, sino tambien el diseño gráfico, el cine y la decoración.  Lo más curioso de éste fenómeno, me parece, es cómo un espacio y un tiempo tan espécifico (Estados Unidos en cierto periodo) da una especie de nostalgia falsa a culturas que no tienen absolutamente nada que ver. Quizás es solo la idealización que nos entregó el cine y la publicidad, pero al parecer, todos añoramos tiempos mejores, o por lo menos, más elegantes.

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