Moda & Cine: Darling (1965)

Moda & Cine: Darling (1965)

El primer rol importante que Julie Christie tuvo en el cine fue en “Billy Liar” (1963), una película de John Schlesinger con la que fue nominada al BAFTA. En 1965, Schlesinger la dejó al frente de su nuevo proyecto, “Darling” (1965), una película que muestra el Swingin’ London en todo su esplendor y con la cual Christie ganó el Oscar a la Mejor Actriz, por su papel como la ambiciosa y coqueta aspirante a modelo Diana Scott. Dinero, poder, un nuevo círculo social y amor se enredan en la trama que muestra a Dirk Bogarde y Laurence Harvey como los hombres que se pelean a Christie, mientras el vestuario de Julie Harris – la misma a cargo de “Casino Royale” (1967) y “Live and let die” (1973)-, se paseaba en smokings, vestidos de brocato y trajes rectos tipo mod.

Desde el comienzo, “Darling” muestra un mundo lleno de moda, pero no por eso superficial. El éxito de Twiggy y Jane Asher en las revistas juveniles influenció a cada joven que vivió la época dorada de la moda inglesa, y que se contagió con el frenesí de las noches bohemias y de las salidas glamorosas. Aunque la película fue filmada en blanco y negro, Harris ganó un Oscar también por su trabajo en la historia, cuya estética y sobre todo, protagonismo de Julie Christie influenció a diseñadores actuales como Roland Mouret, quien ha dedicado colecciones completas a la figura de esta película. Casi como una cenicienta, Christie comenzaba usando ropas típicas de una chica de Chelsea hasta llegar a la alta costura propia de las noches de fiesta londinenses; y tal como Diane Keaton en “Annie Hall” (1971), fue el propio estilo de Julie Christie el que se llevó a la gran pantalla con gran éxito.

La Nouvelle Vague y su estética, que explotaba la bohemia y el nuevo estilo de actrices como Anna Karina y Chantal Goya, o actores como Jean Paul Belmondo y Jean-Claude Brialy, influenció a Schlesinger a lo largo de su trabajo, pero es en “Darling” donde se expone de manera más particular. Filmada en Londres y Capri, la película muestra el trasfondo social de la época, más que el nocturno a lo “Blow Up” (1966), y al mismo tiempo dejaba de lado las marcas para centrarse en diseños originales de Julie Harris. Los pañuelos en la cabeza, los grandes anteojos, los trench a lo Burberry aparecieron en la figura de Christie. “Tiene más impacto lo que lleva la actriz que 10 mejor vestidas del mundo juntas”, afirmaba Time Magazine en 1967. La actriz, cuyo romance con Terence Stamp inspiró la canción “Waterloo Sunset” de The Kinks, es el reflejo perfecto de belleza y talento, y por algo se convirtió en la musa de Christian Lacroix, quien la vistió desde la década del ’70 reafirmando su condición de ícono gracias a la película “Darling”.

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